
¿Podría "revivir" la Gran Colombia? El inmenso sueño frustrado de Simón Bolívar en América

El presidente de Colombia, Gustavo Petro, expresó recientemente su deseo de "revivir" la Gran Colombia, la extensa república que unía a Colombia, Ecuador, Panamá y Venezuela, un vasto territorio que sería "la más grande nación del mundo", según la visión del Libertador Simón Bolívar.
Ante este planteamiento ideal, puesto que cada nación es independiente desde hace por lo menos un siglo, surgieron cuestionamientos que descartaron la iniciativa basada en el ideal bolivariano de integración de una gran nación llamada Colombia.
El mandatario condicionó la propuesta de llamar a los países vecinos a conformar una confederación de naciones al triunfo del 'Sí' en la consulta popular. Sin embargo, su planteamiento abrió interrogantes sobre la posibilidad actual de que se cristalice el sueño de Bolívar.
Para conocer la opinión de expertos, RT entrevistó a los historiadores Alejandro López, de Venezuela, y Justo Cuño, de España
¿Podría existir la Gran Colombia?
La sumatoria del territorio que ocuparía la Gran Colombia corresponde a 2,7 millones de km², aproximadamente la misma superficie de Kazajistán. Esta extensión tendría una posición geopolítica privilegiada con salida al Atlántico y al Pacífico.
La idea de Bolívar, expresa el también viceministro de Educación venezolano, era la de "tener allí el centro de las naciones libres y lograr la comunicación entre los dos océanos". Además, sería la puerta de entrada al hemisferio sur de América.
López se refiere a que en la actualidad se podría reconfigurar la idea de la Gran Colombia si se concibiera como un bloque regional o una instancia multilateral. Sin embargo, "por las realidades históricas de cada una de las naciones, no habría condiciones constitucionales ni político administrativas para conformar una nueva República que integre todas las naciones", advierte.

En todo caso, podría haber una confederación donde hubiera alianzas estratégicas en varios sectores, "con el gran propósito del equilibrio del mundo, que es uno de los pilares de la doctrina de Bolívar", asevera López.
Otro punto que plantea el presidente del Centro de Estudios Simón Bolívar (CESB) es que para llegar a un acuerdo de conformar un bloque de integración "tendría que haber coincidencia ideológica" con basamento en la "doctrina bolivariana de la igualdad social, de la práctica de la independencia, del antiimperialismo, de la unión y de solidaridad entre los pueblos americanos".
Adicionalmente, el profesor de historia español apunta que en la región existen mecanismos de integración como el Mercado Común del Sur (Mercosur), la Comunidad Andina (CAN), la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA-TCP).
EE.UU. y su intervención
López destaca que existe un "factor importantísimo que es la presencia del imperialismo estadounidense" en Panamá, Ecuador y Colombia, "que va en contra de cualquier espíritu de autodeterminación y de conformación de una unidad legítima independiente, que no responda a ningún polo de poder geopolítico".
En la misma línea, Cuño se refiere al país norteamericano como el "gendarme" y el "Estado omnímodo" que "quiere voltear todos los procesos democráticos que se desarrollan en América Latina y que puedan perjudicar sus intereses".
Un sueño frustrado
El historiador español afirma que "Bolívar fue el que soñó con la integración" en un contexto donde las élites codiciosas y los caudillos mostraban sus "afanes de personalismo" para truncar su anhelo y desdeñaban cualquier proyecto social político y económico debido a su "pequeñez de miras y cortoplacismo", dice Cuño.
"Bolívar fue el el gran arquitecto propulsor líder de esta nación", dice López, quien apunta que el Libertador "enfrentó la desintegración, llevó sobre sus hombros las preocupaciones y todas las angustias que plantea el poder".
Por otra parte, dice el también profesor de historia venezolano, el Libertador tuvo que trabajar en un contexto de fuerzas divididas para lograr que los liderazgos de Venezuela; Francisco de Paula Santander, en Colombia; y de Juan José Flores, en Ecuador, "comprendiesen la trascendencia de un proyecto que iba más allá de los ámbitos de las antiguas capitanías generales, virreinatos, reales audiencias y presidencias".

Lo que no pasó
López se vale de la historia contrafactual para responder qué habría pasado si existiera la Gran Colombia.
En su punto de vista, como ya lo había avizorado Miranda, "era mucho más factible la unión de los pueblos que tenían una misma constitucionalidad, una misma institucionalidad, una base lingüística común, un marco ideológico de creencias común y un patrón de consumo bastante similar". Sin embargo, no ocurrió debido a la "corta visión" de Santander, del caudillo venezolano José Antonio Páez y Flores.
Por su lado, Cuño habla de lo paradójico que resulta que la Unión Europea se constituyó a pesar de las grandes diferencias entre los países que la integran, mientras que entre las naciones americanas, que había más elementos en común, no fue posible.
La Gran Colombia es "metodológicamente un término acuñado por los historiadores" para hablar de la República de Colombia creada después de la Constitución de Cúcuta, en 1821, añade Cuño.

Para el profesor de Historia de América en la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, pensar en que pueda constituirse una República que englobe a Colombia, Venezuela, Ecuador y Panamá "es una utopía, pero no es una quimera".
A diferencia de lo que sostienen colegas españoles, considera que Bolívar no fue el responsable de la desintegración de Colombia y señala también a Páez, Santander y Flores de propiciar la división.
Un breve contexto previo
El proyecto de liberación había sido planteado por el precursor Francisco de Miranda al Gobierno británico, a finales del siglo XVII, manifiesta López. El venezolano universal ya hablaba de una gran nación llamada Colombia, que abarcaría todos los territorios de las colonias españolas en América desde el río Misisipi (EE.UU.) hasta el Cabo de Hornos (Chile).
"Esa impronta de unión continental y de liberación conjunta estuvo muy presente en los hechos del 19 de abril de 1810 [cuando se proclamó el inicio de la independencia en Venezuela]", explica el historiador venezolano. Y fue en la Constitución de 1811, aprobada por el primer Congreso, cuando se estableció el nombre de Continente Colombiano en sustitución de la América Española. "Sin duda alguna hubo una influencia enorme de Francisco de Miranda en el Congreso, del que era diputado", afirma.
Años más tarde, en el segundo Congreso en Angostura, el 15 de febrero de 1819, Bolívar propuso formalmente la creación de Colombia con los antiguos territorios del virreinato de la Nueva Granada (actuales Venezuela, Colombia, Ecuador y Panamá).